El
otro día jugué la partida correspondiente a la 3ª ronda de la I
Liga Queremos Jugar. Esta vez me tocaba a mí el bando soviético y
tras mi anterior derrota ante el rodillo ruso pude comprobar sus
efectos desde el otro bando. Mi oponente esta vez volvía a ser un
jugador novato con pocas partidas a sus espaldas. Se centró mucho en
Europa y Asia y por medio de pura fuerza bruta logró arrebatar y
controlar bastiones soviéticos como Alemania Oriental y Corea del
Norte. Esto le costó muchos puntos de operaciones, ya que para poner
una influencia en un país controlado por el enemigo te cuesta 2
puntos de operaciones y al turno siguiente el rival puede recuperar
el control por sólo un punto. Esto no quiere decir que no se deba
hacer nunca, pero si basas tu estrategia en esta técnica acabas con
una desventaja de influencia considerable. Esto le pasó a mi rival
que acabó perdiendo aunque en determinado momento consiguió el
dominio de Asia y si no hubiese sido por un terrible error, también
el de Europa.
Por
otro lado, en esta partida estuve a punto de perder por DEFCON en el
turno 2. Teniendo influencia en países conflictivos de Sudamérica y
el DEFCON a 3, me encontré con Creación de la CIA en mi mano junto
con Plan quinquenal y sin la Carta china, es decir, no podía guardar
CIA para el siguiente turno ni jugarla con DEFCON 2. Mi única opción
era jugarla de cabecera o en la primera ronda. Pero aún estaba por
salir Agáchate y cúbrete…
Una
situación realmente abocada a la guerra termonuclear y sólo la
suerte de que mi rival no era un jugador experto me libró de la
derrota.
En
breve subiré el post de la Guerra Inicial para comentar en detalle
todos estos asuntos.
Saludos.
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